Pedro
Grases prologa El tiempo prehispánico de Venezuela, de Rafael A. Strauss K.
El tiempo prehispánico de Venezuela©, Rafael A. Strauss K. Prólogo,
Pedro Grases
La Fundación Eugenio Mendoza acordó dedicar el libro de Fin de Año
1992 a completar el ciclo de los volúmenes de revisión de la historia de
Venezuela, emprendida en 1961 con el tomo de Venezuela independiente 1810-1960,
preparado para evocar el sesquicentenario de la Emancipación nacional,
iniciativa que fue continuada por las obras dedicadas a la Venezuela moderna,
1926-1976; la Venezuela contemporánea, 1974-1989 y a la de visión de futuro,
Venezuela, Opciones geográficas y a Los tres primeros siglos de Venezuela,
1498-1810, impresos todos a lo largo de treinta años. Era la ejecución de un
encargo que encomendó Eugenio Mendoza Goiticoa al Comité de Cultura desde los
primeros días del establecimiento de la institución en 1952. El conjunto de los
tomos ya editados abarcaba el tema de la historia nacional desde la llegada de
Cristóbal Colón a suelo venezolano el 2 de agosto de 1498 hasta nuestros días.
Constituye el todo la relación de la vida de esta parte de Tierra Firme a lo
largo de los cinco siglos de la participación hispánica en el devenir de la
nación.
El libro que aparece ahora se contrae al análisis de cómo era esta
porción del mundo que denominamos Venezuela, en el instante en que aparecen los
hombres del Viejo Mundo en el continente bautizado injustamente como América.
El título de la obra es suficientemente expresivo: El tiempo prehispánico de
Venezuela, que tú, lector, tienes en tus manos.
Con él evocamos, asimismo, el 40 aniversario de la Fundación,
1952-1992, y nos adherimos al V Centenario del encuentro de dos mundos que es
rememorado como acto capital en la historia de la civilización humana en la
cultura del universo.
* * *
El tema de El tiempo prehispánico de Venezuela no es fácil, pues
se trata de lograr la presentación de la realidad geográfica -tierra y
pobladores- en el instante en que se abre la nueva etapa histórica del país,
sobre lo cual no hay tratados definitorios aunque se dispone de buen número de
monografías de aspectos parciales que sustentan la investigación, que es en sí
delicada y exigente.
Se encargó este trabajo al profesor Rafael Strauss (1946),
venezolano de pro, y enamorado de su especialidad antropológica, la
etnohistoria; catedrático de la materia en nuestra primera casa de estudios
superiores, la Universidad Central de Venezuela, desde 1975, con obra ya
conocida, que acredita su personalidad de experto en el asunto. Por su
formación de graduado en Ciencias Antropológicas y Post-grado en Etnohistoria
(1967-1974), con tesis bajo la tutoría del Dr. Angel Palerm Vich (1917-1980),
prestigioso investigador y docente de la Escuela Nacional de Antropología e
Historia, Universidad Nacional Autónoma de México y del Centro de
Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia,
México. Al final del volumen consta la obra de Rafael Strauss.
Creemos que el autor nos ha provisto de un excelente trabajo,
breve, sintético pero totalizador, muy adecuado para los lectores
contemporáneos a que va dedicado el texto, dentro de la hermosa costumbre de
aducir un libro de Fin de Año la Fundación Eugenio Mendoza.
El profesor Strauss desarrolla su obra El tiempo prehispánico de
Venezuela en los siguientes capítulos: "El poblamiento de América",
"El tiempo prehispánico de Venezuela: disciplinas y fuentes para su
estudio", El poblamiento prehispánico de Venezuela", "Los cuatro
períodos de la historia prehispánica de Venezuela", "Nuestra cerámica
prehispánica como historia y como arte", "Breve historia de la
cerámica prehispánica de Venezuela", "Paleo-indio",
"Meso-indio", "Neo-indio", "Indo-hispano",
"Areas culturales del tiempo prehispánico de Venezuela", "Las
sociedades prehispánicas de la región del Lago de Maracaibo", "Area
de los arawacos occidentales", "Los Andes venezolanos y sus culturas
prehispánicas", "Area cultural de los Otomacos y Taparitas",
"El área cultural prehispánica de la Costa Caribe", "Los Llanos
y la Guayana en tiempo prehispánico", "El área cultural de
Guayana" y "El tiempo prehispánico de Venezuela hoy".
El profesor Strauss contagia el placer con que desarrolla la
elaboración de su estudio. He conversado mucho con él durante el proceso de su
tarea y he visto el alma de "Scholar" que lleva dentro. Por eso dice
en sus primeras palabras de la Introducción que "revisar nuestro tiempo
prehispánico a la luz de las consideraciones de la etnohistoria es vivir una
experiencia fascinante". Es exactamente la fascinación con que se leen sus
páginas, que recomiendo con toda sinceridad a los lectores de la obra. Va conduciendo
su relación del tiempo prehispánico con ejemplar desarrollo. A unos capítulos
iniciales de carácter teórico más general, plantea de entrada el problema del
poblamiento primitivo de América, en el que predomina la teoría de haber venido
del lejano Oriente a través del Estrecho de Bering a los confines
septentrionales del continente; incluye en su texto la dilucidación de la más
antigua población de Venezuela, con el examen de las fuentes utilizables para
su estudio, hasta llegar a la precisión de los primitivos pobladores de esta
parte de Tierra Firme. Luego analiza los cuatro períodos en que se ordena la
historia prehispánica de la actual Venezuela para dedicar su atención a los
testimonios de la cerámica como signos del arte y la cultura en los pueblos de
larga evolución, con la consideración de las series que la arqueología ha
determinado.
Luego, adoptando los períodos que los investigadores han
establecido, estudia las etapas sucesivas desde los paleoindios hasta los
pueblos coetáneos con el descubrimiento colombino, para pasar a la parte más
interesante y minuciosa de las áreas culturales en que se ha distribuido el
extenso ámbito geográfico de la actual Venezuela, sección en que destaca, para
mi gusto, lo que escribe sobre los pueblos de las áreas andinas, con todo y que
no hay capítulo que no reúna apasionantes observaciones que nos conducen a la
comprensión del habitat venezolano. Utiliza las referencias existentes para su
examen, en forma inteligente, expuesto siempre en lenguaje llano con el propósito
de llevar al ánimo del lector todos los datos para la más completa información.
El estudio de las áreas culturales constituye la sección más medulosa e
importante del libro, el cual termina con una fino análisis, algo inductivo
pero juicioso, que lo tituló como "El tiempo prehispánico de Venezuela
hoy", en donde enumera con talento lo que sigue vivo en nuestros días
proveniente de los tiempos anteriores a la presencia española en el suelo
Venezolano.
Si el país actual es el resultado del mestizaje de tres pueblos:
el europeo, el indio y el africano, algún día se esclarecerá la porción que
corresponde a cada elemento de fusión. Hay constancias objetivas que se pueden
invocar con seguridad, y así lo hace el profesor Strauss, pero es más difícil
precisar en el carácter y las reacciones espirituales de la Venezuela actual,
lo que puede atribuirse a cada factor originario.
Tal es el contenido de este hermoso libro que se lee con extremado
gusto y provecho. La historia se reconstruye a través de documentos
no-tradicionales, porque no hay documentos anteriores a la llegada de Colón,
tal como lo confiesa Strauss en la valiosa Introducción a su obra: "Breve
exposición acerca de nuestro tiempo prehispánico, del que se ofrece más que un
análisis exhaustivo, un perfil cultural general de lo que actualmente es el
territorio venezolano para el momento en que se produce la llegada
conquistadora-pobladora de españoles que entendemos como un momento de
encuentro mutuo con lo nuevo". Realmente, la fusión de pueblos distintos
con el resultado de una nueva entidad es de difícil análisis, cuando se
pretende fijar los exactos límites de cada ingrediente, aunque ha de
reconocerse que está vivo en las nuevas sociedades. Aún el resultado final no
es de sencilla catalogación, como lo expresaba Bolívar en la Carta de Jamaica:
"Somos un pequeño género humano", perplejidad que dicha en 1813, era
reiterada por el propio Libertador en 1819, en el Discurso de Angostura:
"No somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los
aborígenes y los españoles". Y no olvidaba ciertamente el aporte africano.
* * *
La metodología empleada por el profesor Strauss me parece
perfecta. Echa mano de la bibliografía existente sobre el tema y utiliza con
perfecto dominio las referencias que los investigadores y maestros del tema han
acumulado. Cita y reconoce a cada autor lo que le corresponde, como es de ley.
Creo, también, que el uso sensato y prudente que los textos de cronistas del
siglo XVI, XVII, XVIII señalan como rasgos y vivencias del mundo indígena, son
sin duda, constancias tradicionales que pueden situarse en época prehispánica,
pues los pueblos se adhieren a lo que es propio y privativo y no aceptan
fácilmente nuevos usos y costumbres. Incluso en este final del siglo XX, cuando
se vive a velocidad de vértigo, aunque las modas transmitidas por los medios de
información son terriblemente destructoras o perturbadoras, no borran
totalmente lo que pertenece a la intimidad del alma, aunque lo desfiguren. Por
tanto lo que registran las crónicas puede puede aceptarse, casi como si fuesen
un testigo de los días prehispánicos. Strauss lo mira con previsiva discreción
y cautela, con excelente razonamiento como lo cuenta en la referida
Introducción del libro.
* * *
Creemos que el presente libro cumple a cabalidad el cometido que
se le encomendó al profesor Rafael Strauss. Nos da la relación de lo que se
conoce como el tiempo prehispánico de Venezuela: razas o pueblos, costumbres,
modos de vida, manifestaciones de cultura, hábitos de las comunidades,
creencias y supersticiones, etc. en su exacta definición. Desde luego, no
admite comparación el nivel social alcanzado en Venezuela respecto a los
pueblos existentes a fines del siglo XV en la vertiente andina que mira hacia
el Océano Pacífico: México, Centro América, el Perú, donde se habrían
construido imperios que nos han dejado monumentos y culturas que acaso no
tenían parangón en los propios estados europeos coetáneos.
La finalidad eminente de esta obra se ciñe a entregar a sus
lectores una información homogénea de la verdad histórica, elaborada con
perfecto conocimiento del tema para los lectores y estudiosos del pasado
nacional; con sujeción estricta a la verdad que la investigación ha
establecido. Es algo más que un simple manual de datos, porque el profesor
Strauss con su dilatada experiencia de educador nos proporciona su texto para
comprender cómo era a fines del siglo XV esta entidad a la que servimos
entrañablemente, que se llama Venezuela.
Ojalá hayamos acertado en la realización de nuestros fines.
Pedro Grases /Caracas, julio 1992
Cómo le dije en su momento, Gracias Profesor Grases.
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